7 Ago 2025, Jue

Universitarios exigen renuncia del presidente de la FEU tras apoyar a ETECSA en polémico tarifazo

El nuevo tarifazo de ETECSA desató una ola de indignación entre estudiantes universitarios en Cuba. Desde la Universidad de La Habana, la protesta exige la renuncia del presidente nacional de la FEU, acusado de complicidad con el poder. No es solo por el precio de internet, es por la dignidad, la justicia social y el derecho a ser escuchados.

Ricardo Rodríguez González (Facebook)
Patricia Martínez
4 JUN 2025 – 04:05 PM

Lo que comenzó como un murmullo de molestia por las nuevas tarifas impuestas por la empresa estatal ETECSA ha evolucionado en una de las protestas estudiantiles más contundentes de los últimos años. A la indignación por el tope de recargas en moneda nacional, se ha sumado ahora un reclamo sin precedentes: la renuncia del presidente nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), Ricardo Rodríguez González.

El epicentro de la rebelión: la Facultad de Filosofía, Historia, Sociología y Trabajo Social de la Universidad de La Habana —conocida simplemente como Humanidades—, desde donde los estudiantes lanzaron el 3 de junio un comunicado demoledor. En él, acusan al presidente de la FEU de mantener una postura “floja, sumisa y sin garra” ante una medida que consideran no solo injusta, sino socialmente excluyente.

“No vamos a tragarnos promesas vacías”, advierten en el texto, difundido masivamente por redes sociales, acompañado de llamados a la acción y denuncias directas a la inacción del liderazgo estudiantil.


Internet: un privilegio que ya no pueden pagar

La indignación surge a raíz de las recientes decisiones de ETECSA, que impuso un límite de 360 CUP para las recargas nacionales, eliminando cualquier posibilidad de cobertura suficiente para navegar con fluidez. En un contexto de crisis económica generalizada y bajos salarios, los estudiantes —especialmente aquellos sin remesas del exterior— se ven abocados a la desconexión forzosa.

Para muchos, esto no es solo una incomodidad tecnológica. Es, de hecho, una barrera directa al estudio, la información y la vida académica. Sin internet, no hay acceso a bibliografía, ni a plataformas educativas, ni a información actualizada. En palabras de una estudiante de Sociología: “Nos están cortando el derecho a estudiar. ¿Cómo se supone que defendamos la Revolución si ni siquiera podemos leer?”

Pero el reclamo ha superado el problema del acceso. Para buena parte del estudiantado, el verdadero quiebre fue ver cómo el presidente de la FEU tomaba partido… y no precisamente por ellos.

¿Presidente estudiantil o vocero del poder?

Ricardo Rodríguez no es una figura menor. Además de presidir la FEU, fue nombrado en julio de 2024 como miembro del Consejo de Estado, un ascenso que muchos estudiantes ahora ven como símbolo de su desconexión con las bases que debería representar.

Su aparición en la Mesa Redonda del pasado lunes fue la gota que colmó el vaso: mientras cientos de jóvenes se organizaban para exigir cambios, Rodríguez apareció defendiendo técnicamente a ETECSA y restando legitimidad a las protestas. Al día siguiente, publicó un extenso mensaje en redes sociales acusando a “enemigos del proceso revolucionario” de manipular a los universitarios.

“Eso no es liderazgo. Es cinismo institucionalizado”, señaló una profesora que pidió anonimato. “Habla como cuadro político, no como un estudiante.”


El texto publicado por Rodríguez ha sido duramente criticado y ha terminado por aglutinar más voces en su contra. En su defensa, intentó desmontar lo que llamó una “campaña de desinformación”, pero el intento pareció contraproducente: generó aún más indignación, memes y respuestas públicas de rechazo, sobre todo en Telegram y WhatsApp.

Un pronunciamiento sin precedentes

La declaración de la Facultad de Humanidades es, hasta el momento, el gesto más articulado y estructurado dentro de la ola de protestas. En ella, se solidarizan con otras facultades, como las de Psicología, Comunicación y la emblemática MATCOM, cuyos estudiantes se encuentran en huelga académica desde el lunes 2 de junio.

El tono del comunicado es firme: exigen cambios concretos en la política de telecomunicaciones, pero sobre todo, una representación estudiantil que no sea “una correa de transmisión de las orientaciones del Estado”. Rechazan tanto la inacción de la FEU como las explicaciones vacías de ETECSA.

“Esta no es una pataleta. Es una lucha por la dignidad y por el derecho a ser escuchados”, asegura el documento, que cierra con un llamado a “tomar las universidades como espacio real de debate político”.


La juventud cubana se planta

El poder político cubano ha usado históricamente a la juventud como símbolo de continuidad revolucionaria. Pero esta vez, la juventud ha decidido hablar por sí misma. Ya no como consigna, sino como sujeto político.

La petición de renuncia a Ricardo Rodríguez, con nombre y apellido, sin ambages ni miedo, representa un hito. No solo por el contenido, sino por el contexto: en un país donde la crítica pública puede tener consecuencias severas, este tipo de movilización habla de una nueva generación menos dispuesta a tragarse el guion oficial.

“No queremos más representantes que repitan el discurso de arriba sin consultar abajo”, escribió un estudiante en X (antes Twitter). “Si hablar claro es conspirar, entonces que nos acusen a todos.”

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