La esperanza de cientos de familias cubanas de reencontrarse legalmente en Estados Unidos se está desmoronando. La Embajada estadounidense en La Habana ha comenzado a rechazar visados de reunificación familiar con nuevos criterios que penalizan no solo la militancia política, sino también vínculos laborales con instituciones del Estado cubano. Lo que antes fue una vía segura para el reencuentro, hoy se ha vuelto una trampa burocrática que castiga incluso a quienes han seguido todos los pasos legales.

27 MAY 2025 – 14:00 (CEST)
En un nuevo giro de las políticas migratorias hacia Cuba, la Embajada de Estados Unidos en La Habana ha comenzado a aplicar con mayor rigor las leyes que rigen la concesión de visados dentro del programa de reunificación familiar. La medida, según confirmó el jefe de la misión diplomática Mike Hammer, busca evitar que personas con vínculos recientes con el Partido Comunista de Cuba (PCC) o con instituciones estatales puedan establecerse en EE.UU.
“La reunificación familiar es un tema delicado”, reconoció Hammer durante una conferencia de prensa celebrada este viernes en Miami. “Sabemos lo que representa para los cubanos poder reencontrarse con sus seres queridos, pero también tenemos que ser responsables en el cumplimiento de nuestras leyes”.
Lo que se presenta como una misión consular legal se ha transformado, en la práctica, en una política de exclusión que deja a cientos de familias cubanas varadas en un limbo migratorio. La situación es especialmente crítica para quienes han trabajado en el sector estatal, independientemente de que hayan militado o no en el PCC.
Del trabajo estatal al castigo consular
El caso del padre de Liadys Madrazo, cuya visa fue rechazada pese a no haber sido miembro del partido, ejemplifica el problema. Su “pecado” fue haber trabajado por años en una empresa estatal. “Le dijeron que su vínculo laboral era motivo suficiente para denegársela. Pero ¿qué cubano no ha trabajado en una empresa estatal? ¿De qué otra forma se vive en este país?”, lamenta su hija.
El argumento consular parece ser preventivo: evitar que personas con pasado oficialista disfruten las libertades del sistema estadounidense. “Lo que queremos evitar es que los represores anden por South Beach, tomándose un mojito. Eso no es justo”, dijo Hammer sin ambages.
Sin embargo, para abogados de inmigración en Florida, como Willy Allen, la medida se ha vuelto una trampa burocrática e ideológica. “Hay personas a las que se les han negado erróneamente las visas por sospechas, sin pruebas sólidas. Tiene que haber una forma más decente de investigar, no se puede negar por negar”, sostuvo durante una intervención en CiberCuba.
Allen califica de “preocupante” este patrón consular, porque mezcla categorías políticas con laborales y castiga a ciudadanos por decisiones que en muchos casos fueron obligatorias o inevitables. “En Cuba, trabajar en el Estado no es un privilegio político. Es una necesidad”, insistió.
La paradoja del proceso legal
Lo más alarmante es que estas restricciones no se aplican a personas que violan la ley, sino a aquellas que han seguido cada paso del proceso legal. Familias que esperaron años, que pagaron honorarios de abogados, que presentaron documentos, que cumplieron con las entrevistas… y que hoy ven cómo sus solicitudes se evaporan con una carta de denegación.
“Nos sentimos burlados”, dice Julio César, cuyo hermano lleva tres años en Estados Unidos esperando a que lo aprueben para reunirse con su esposa e hijos. “Seguimos el camino legal, no nos fuimos por la selva, no cruzamos la frontera. Pensamos que eso sería mejor, pero parece que no.”
Este giro se da en un contexto regional más amplio, donde Washington refuerza su política de “migración ordenada y segura” mientras restringe las vías tradicionales de entrada. La reunificación familiar era una de las pocas opciones viables que aún quedaban para los cubanos sin recursos o sin posibilidades de obtener visas de turismo o de trabajo.
📌 Preguntas frecuentes sobre el endurecimiento de visados y la reunificación familiar en Cuba
¿Por qué la Embajada de EE.UU. está endureciendo los controles sobre visados?
Según declaraciones oficiales, para reforzar leyes que prohíben el ingreso de personas con vínculos recientes con el Partido Comunista de Cuba o con historial laboral en instituciones estatales del régimen.
¿Qué criterios se utilizan para negar visas de reunificación familiar?
Además de la membresía formal en el PCC, los vínculos laborales con empresas del Estado cubano —aunque no impliquen militancia— están siendo considerados motivos de inadmisibilidad en algunos casos.
¿Qué pueden hacer los cubanos a los que se les niega la visa?
Una opción es presentar el formulario I-601, solicitud de perdón por inadmisibilidad. También se recomienda aportar evidencia de su independencia ideológica o de que su trabajo en el Estado fue técnico o no político. Aun así, no hay garantías.
¿Esto afecta a todos los solicitantes cubanos por igual?
No. El proceso sigue siendo caso por caso. Sin embargo, hay un patrón creciente de rechazo a solicitantes con vínculos con el aparato estatal, lo que ha generado preocupación entre familias completas.
¿Hay cifras oficiales sobre los rechazos?
No. Pero abogados de inmigración y fuentes cercanas al proceso indican que ya hay “decenas” de casos solo en las últimas semanas, lo que podría escalar a cientos si se mantiene esta tendencia.
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