7 Ago 2025, Jue

El gobierno cubano confirma que los apagones seguirán durante todo el verano

El régimen cubano ha confirmado que los apagones continuarán durante el verano de 2025. Sin soluciones estructurales a la vista y con un sistema eléctrico colapsado, el gobierno admite su incapacidad para garantizar el servicio. La población enfrentará otra temporada de calor, incertidumbre y cortes diarios de electricidad.

Madre cubana prepara la mesa para cenar bajo las luces de las velas por los cortes de electricidad (DisiClaro)
Redacción DisiClaro
28 MAY 2025 – 14:00 (CEST)


El verano en Cuba promete ser, otra vez, una temporada de calor, mosquitos y apagones. Esta vez, no es solo una sospecha popular: el propio gobierno lo ha confirmado. En un artículo publicado en el periódico estatal Trabajadores, las autoridades reconocen que durante julio y agosto no habrá mejoras significativas en el servicio eléctrico. La promesa de reducir las afectaciones no pasa de ser un deseo frente a un sistema energético que no logra concretarse.

Detrás de esta realidad hay razones conocidas y repetidas: falta de combustible, plantas térmicas fuera de servicio, un aumento en el consumo por las altas temperaturas y una infraestructura que no aguanta más. Según Lázaro Guerra Hernández, director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), la generación disponible en los próximos meses será de apenas 1,935 megawatts, mientras que la demanda puede alcanzar hasta 3,500 MW. Esto significa un déficit que supera los 1,500 MW.

En términos concretos: cortes de electricidad diarios de al menos cuatro horas por cliente, aunque en la práctica muchos cubanos padecen apagones mucho más prolongados. Para que la meta de solo cuatro horas sea posible, sería necesario aumentar la generación en 13 GWh y evitar un mayor crecimiento del consumo. Pero nadie en la Isla confía en que eso ocurra.

Promesas recicladas, problemas viejos

Como de costumbre, el gobierno intenta calmar los ánimos con anuncios de soluciones provisionales. Esta vez, la esperanza está puesta en la reentrada en operaciones de la termoeléctrica de Cienfuegos, que aportaría unos 158 MW al sistema, pero es insuficiente. También se menciona la construcción de nuevos parques solares fotovoltaicos, aunque los propios funcionarios admiten que su efecto será limitado y solo en ciertas horas del día —entre las 11:30 de la mañana y las 3:30 de la tarde.

Además, se han anunciado “mantenimientos profundos” (pero no capitales) a plantas térmicas clave como la Guiteras, en Matanzas, y Felton 1, en Holguín. Estas saldrán del sistema justo antes del verano, supuestamente para evitar que colapsen cuando llegue el pico de consumo. Según el MINEM, se trataría de paradas cortas, pero ya se anticipa que la Guiteras deberá ser sometida a un mantenimiento mayor a finales de año, lo que amenaza con agravar aún más la situación.

Por otro lado, también se habla de reparar motores de generación distribuida si llega diésel suficiente. Una vez más, todo está condicionado por la llegada de combustible, que sigue siendo incierta.

La gente, entre el calor y el abandono

Mientras tanto, el pueblo resiste como puede. En muchos hogares, no hay gas para cocinar, los apagones nocturnos impiden dormir y cada jornada es una incertidumbre: ¿cuándo se irá la luz?, ¿cuándo regresará? La calidad de vida se deteriora cada día mas y la rutina diaria está marcada por la improvisación.

No es la primera vez que se repiten estas promesas, ni estas excusas. Cada verano llega con discursos similares, pero con condiciones de vida cada vez peores. La estrategia del régimen ha sido apagar incendios en lugar de transformar el sistema eléctrico, cuya crisis se arrastra desde hace más de una década. No hay planes integrales, ni inversiones serias a largo plazo. Solo parches temporales.

Aunque el gobierno insiste en culpar al embargo estadounidense, los expertos coinciden en que el problema es interno: falta de mantenimiento durante años, desvío de recursos, malas decisiones administrativas y corrupción. Desde 2019, la capacidad real de generación ha ido cayendo sin que haya un proyecto sólido que la compense.

Un futuro con menos luz

Según el propio gobierno, el país necesitaría generar al menos 2,000 MW en energía solar para aliviar la presión sobre el sistema térmico. Pero esa meta parece lejana y, aun si se cumpliera, no bastaría para revertir la situación crítica en la que se encuentra el sistema eléctrico nacional.

Mientras los funcionarios viajan, organizan cumbres y reparten culpas, millones de cubanos tendrán que enfrentar otro verano a oscuras, sin refrigeración, con alimentos echándose a perder y una vida cotidiana marcada por el cansancio, el calor y la desesperanza.

La crisis energética de Cuba ya no es coyuntural: es estructural. Y el gobierno, al admitir que no podrá evitar los apagones este verano, lo que realmente está diciendo es que no tiene cómo ni con qué responderle a su pueblo.

Síguenos en las redes sociales para no perder nuestro contenido

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *